Inversiones que van a mejorar en 2023

El año pasado, los ETF salieron ganando. Las grandes pérdidas fiscales permitieron a los inversores vender posiciones perdedoras en fondos de inversión y comprar ETF similares, a menudo de menor coste, para mejorar sus carteras. También hay que tener en cuenta que las importantes caídas de los mercados de renta variable y renta fija no parecen haber mermado los planes de los inversores de seguir invirtiendo en distintas clases de activos. Según una encuesta, el 65% de los inversores minoristas tiene intención de mantener sus planes de inversiones en 2023, mientras que el 29% espera aumentar sus asignaciones.

Los descensos en todas las clases de activos en 2022 pueden ser positivos para los ETF a medida que los inversores reparan y reorganizan sus carteras.

Las áreas alejadas del S&P 500 están captando flujos mientras los altos rendimientos del mercado del Tesoro atraen un efectivo ocioso récord

Al mismo tiempo, los asesores pueden replantearse cómo asignar el capital en 2023 dados los costes relativos favorables y los beneficios fiscales de los ETF frente a los SMA

Con tantas piezas en movimiento, el seguimiento de las tendencias de los ETF será clave este año, junto con la gestión del riesgo en este espacio.

Renacimiento de los ETF de renta variable internacional

Y ya hemos visto entradas significativas en áreas que no estaban tan de moda en 2022. La reapertura económica de China y el repentino rendimiento superior de la renta variable europea desde el cuarto trimestre del año pasado han provocado un repunte de los flujos netos hacia esas regiones antes asediadas. Según datos de EPFR, la renta variable de la zona euro recibió más de 3.000 millones de dólares en flujos netos durante la última semana de enero, la mejor semana en un año tras una racha de 49 semanas de salidas que se interrumpió la semana anterior. Todd Rosenbluth, director de investigación de VettFi, señala que los ETF de renta variable china han ganado popularidad este año en medio del actual repunte de las acciones de los mercados emergentes.

El panorama está cambiando en medio de un desplazamiento de las asignaciones de los inversores hacia acciones internacionales algo agresivas y hacia ETF del Tesoro sin riesgo. La gente ya no está obsesionada con poseer simplemente el S&P 500 o un amplio ETF de bolsa estadounidense. Este nuevo régimen beneficiará a otras clases y subclases de activos, así como a muchos emisores de ETF. Y todavía hay oportunidad para que más dinero se desplace hacia ETF fiscalmente eficientes. Hay que tener en cuenta que, según datos del Investment Company Institute a 26 de enero de 2023, hoy en día hay más efectivo que nunca aparcado en fondos de inversión del mercado monetario. Con algo menos de 5 billones de dólares, ese polvo seco podría acabar poniéndose a trabajar en ETF de renta variable y renta fija.

Alejándose de las acciones y los bonos, existe una ola alcista más amplia para los ETF. Es posible que la marea se esté alejando de las cuentas gestionadas por separado (SMA) tradicionales y acercándose a los ETF. Sin duda, los asesores financieros reconocen las ventajas de los ETF, pero durante años se ha dado por sentado que sólo suponían un impulso para los emisores de ETF, no para los RIA independientes. Ahora, sin embargo, gracias a la tecnología y a la evolución del sector, es más fácil y barato lanzar un ETF que sustituya a un SMA. Un mejor tratamiento fiscal, el aislamiento de las comisiones, una mayor facilidad para mantener estrategias complejas e incluso, como señala VettaFi, la posibilidad de mantener inversiones alternativas en cuentas de jubilación, son ventajas de los ETF frente a los SMA. Este es un tema que seguiremos de cerca este año.

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